Hola... mi nombre es Aaron Castro, y como dijo el Apostol Pablo una vez "soy el menor de todos" y ademas de eso, soy una obra en proceso en las manos de Dios, gracias por visitar mi blog, espero que te sea de bendición.

LA BELLEZA DE CRISTO, ES CAUSA DE MI ALEGRIA [parte 1]

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Así es, la belleza de Cristo es causa de mi alegría. Mis argumentos a esta declaración personal son simples, forman parte de mi vida; desde los 10 años de edad aproximadamente, en una humilde iglesia pentecostal de mi ciudad, La Calera, comencé a involucrarme con el servicio a la iglesia por medio de la música. Siempre trataba de seguir al nieto del pastor que era el que tocaba la guitarra en aquel entonces, pero yo era muy lento, me faltaba práctica.

Pasado el tiempo, en una búsqueda de conocer más a Cristo y lo que significa vivir para Él, en mi familia, mi padre y madre decidieron que nos retirábamos de la congregación en busca de vivir y experimentar aún más a Dios de una manera más profunda, en ese proceso de búsqueda como familia, fuimos muy bendecidos. Conocimos varias congregaciones, y hermosos hermanos y hermanas en la familia de fe, con lo cuales, mantenemos lazos de amistad hasta el día de hoy. Esta búsqueda en familia, me marco muy profundamente, mi servicio a Dios por medio de la música continuaba, cada vez se hacía más y más grande, mi pasión por declarar lo grande y majestuoso que es Dios por medio de melodías, iba creciendo lentamente día a día. Siempre he disfrutado servir en la iglesia y ha Cristo, por medio de la música.

Cuando cumplí los 18 años, y estaba a puerta del mundo universitario, debía decidir que estudiaría, lo único que tenía claro, eran dos cosas: primero, siempre me ha gustado enseñar, y segundo, quería una carrera que me permitiera conectarme con las diversas generaciones para así presentar a Cristo. Todo apuntaba a la pedagogía. El problema era el siguiente, ¿Qué área de la pedagogía seguiría?, en conversaciones con mi padre, profesores que tuve en la escuela, y amigos, opte por las matemáticas… y solo duré un año. ¡Sí, dure un año! Durante los últimos meses que estuve en matemáticas, estaba confundido, no me sentía pleno, no sentía que estaba haciendo lo correcto. Hice muchas cosas para aclarar mis ideas, como conversar la situación con mi familia, pero una de las cosas que más hice fue buscar de Dios, deseaba saber cuál era su voluntad para mi vida. Nunca olvidaré cuando el último mes que estuve en matemáticas, desesperado con que haría con mi futuro, en una reunión de oración que tuve con unos amigos de la universidad, uno de ellos se levanta de su asiento y se sienta al lado mío, yo estaba orando, no sabía quién era, hasta que escucho su voz diciéndome: “tú ya sabes perfectamente lo que tienes que hacer, Dios te mostró el camino hace tiempo”, era mi amigo Andrés. Ahora te preguntaras ¿Cómo sabía yo que era una respuesta de Dios y no de mi amigo Andrés?, muy simple, yo no había compartido con nadie mi inquietud de que debía hacer. En ese momento Dios me hizo mirar hacia atrás, y todo estaba mucho más claro ahora, la carrera que debí haber tomado, era pedagogía, pedagogía en educación musical…

…continuará